lunes, 27 de diciembre de 2010

Ácido sobre papel


Hola colegiales:

En estas fechas tan señaladas no puedo evitar llenarme de una mezcla de diferentes y contradictorios sentimientos al deciros que odio la Navidad desde lo más profundo de mi ser.
Esto es debido a que la Navidad es buena pero a la vez es un horror:

Es bueno en el aspecto familiar, gastronómico y hogareño.

Es malo en el sentido de que la persona que puso los exámenes en Enero no tenía amigos, ni familia, o al menos no estudiaba en la universidad. Hay algo que me da mucha rabia, y es estudiar en “vacaciones”. ¿Vacaciones de QUÉ? Vacaciones tu madre.

Es malo en el sentido comercial y consumista; a mi me viene de perlas que me regalen, que me den Papá Noel, los Reyes Magos, etc. Pero con un poco de mala suerte tu santo o cumpleaños también cae en estas fechas, y tienes un regalo que es un todo-en-uno en vez de los típicos regalos navideños masivos. Jo.

Es malo en el sentido de celebrar TODO comiendo y cenando a escala mastodóntica, tragando como si una guerra estuviera a punto de estallar, rodeado de tu familia, pero también de esos familiares que nunca hemos soportado y que no entiendes POR QUÉ siguen año a año con sus colonias dulzonas y su bisutería barata resonando en la mesa al ritmo de risas falsas y temas de conversación huecos.

Es malo en el sentido de tener que ver ¡Vaya Santa Claus! 1, 2, 3, y 4, Polar Express, Jack Frost, Sólo en Casa, Ghost, y a Ramón García con su capa y las uvas dando las campanadas por TVE1 acompañado por alguna gloria de antaño como Ana Obregón, Massiel o Alaska, sin mencionar los repetitivos y cansinos anuncios de televisión de juguetes y colonia a cualquier hora del día, o los especiales Navideños de Los Morancos o la Gala Inocente Inocente…

Es malo en el sentido de las repelentes melodías navideñas everywhere. No tenéis más que acercaros a la tienda “Milar” que tenemos en esta misma calle, o al “Mercadona”, donde se sustituye la ya famosa melodía del supermercado por otra muy similar pero con panderetas y un Din-don-din-dan que dan ganas de $&*%$*.

Es malo porque tiene origen religioso y de ese sentimiento original no queda nada. Pero sería peor si aún nos lo creyéramos y lo conserváramos como antes. (Zas).

-Aprovecho este inciso que me acabo de sacar de la manga para felicitar a la C.A. y a todos los novatos por el ESPECTACULAR show del Polvorón -

En conclusión, a mí me pesan mucho más las cosas malas que las buenas. Borraría la Navidad, pero amo el invierno, pero aniquilaría la blanca navidad, porque me da mucho asco, pero a la vez, hay algo que me gusta en ella. Tal vez sea el sentimiento caritativo que todos lucimos en esta época, o tal vez sea el rodearte de los tuyos para cenar en una noche fría al lado del fuego, charlando y poniéndote ciego. O tal vez soy un poco bipolar.

¡Feliz Navidad!







Héctor Mas

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