lunes, 27 de diciembre de 2010

CHARLAS INSULSAS

Concha: concepción de una buena cocina


¡Hola de nuevo, colegiales! Esta semana hemos tenido el placer que conversar con uno de los colectivos humanos más importantes en esta, nuestra comunidad: ¡Las cocineras! Y aunque no debemos olvidar que no son las que nos guisan y nos cuecen (el canibalismo se descarta, por favor) parece como si ellas mismas hubieran puesto alegría y buena cara para intentar hacernos disfrutar de una oferta tan variada de platos… Intentan… Dicho queda. Aquí viene, Cocha, la veterana entre Veteranas.

Nombre completo y lugar de origen: Concha Paría Remigio - Valencia, Valencia.
Alias: Según ella, ninguno. Quizás Mami (origen inaudito, para los de LOGSE, que no se ha oído, nunca)
Experiencia laboral en el colegio: 11 años intermediando entre empanados y filetes.

Tomás: Bueno, Concha, como representante del colectivo, quiero hacerte esta primera pregunta. Tanto que se oye decir que el colegio será reformado, que no, que no albergará alumnos en un futuro… ¿Qué me puedes decir acerca de estos rumores?

Concha: Hijo mío, durante el primer año que estuve aquí, me dijeron, por enero, que en verano me iba a quedar en paro. Once años después sigo sin haber visto nada, pero quién sabe. Sin lugar a dudas, este colegio no será el mismo sin vosotros, los chavales, así que… sería una pena que al final acogiera solo a investigadores o a másteres, como se oye por ahí.

Tom: ¿Chavales? Eh… ¿Tan particulares somos? ¿Has observado un cambio en novatos con el paso del tiempo?

Concha: Lo primero era retórico, ¿verdad? En realidad, todo esto es muy divertido, por lo menos para mí. Al principio, los nuevos llegáis todo “cagados”, sobre todo las chicas, que no se llegan a acostumbrar del todo a nuestra gran variedad de combinados. Cada novato es diferente, pero a pesar de todo, acabas incluso sabiendo si querrán carne o pescado. También te digo, hay gente que no hay por dónde cogerla. Recuerdo una promoción nueva de hace un par de años a la que le dio por bajar a cenar toda de una. Pero por lo general, seguís igual de tonticos que siempre.

Tom: Haré como que no he oído nada. No cabe dudar de vuestra palabra, y más si somos conscientes de las hazañas que lleváis a cabo cada día: quedaros a comer aquí. ¿Qué tal está, de verdad, la comida? ¿Ambrosio y Alain podrían mejores chistes que los de Arguiñano en televisión?

Concha: (Risas) ¿Lo que ponen a la hora de las noticias? ¿Comida? Ah… sí. A ver, como todo. A veces está bien. Otras no tanto. Depende, en mi opinión, de lo que te guste. Lo que sí que confieso es que repiten mucho, y no precisamente las natillas. Pero bueno, la CEA tiene esa posibilidad de variar los platos, y a razón de lo que los cocineros le ofrecen, pueden elegir diferentes cosas. También he de comentaros que me llevo fenomenal con mis compañeros tanto de cocina como del resto de servicios.

El doble pivote en los fogones, Ambrosio y Alain, nos comenta Concha, no envidian para nada los chistes de vascos. Ni a ellos tampoco. Trini, otra ambla pseudococinera, que pasa por la escena de la entrevista, se ríe cuando le pregunto: ¿Ponéis más comida en la vajilla real del señor Director y su familia?

Trini: (Risas) ¡Nooo! ¡Al contrario! La mujer del director nos hace muchas veces echar menos comida de la que su marido, en primera opción, nos dice que quiere. Que José María y su familia bajen al comedor nos parece un gran ejemplo de buena imagen en torno al colegio y su cocina.

Tom: Claro, ahora entiendo bien el dicho ese de “O follamos todos o la puta al río”(por lo de comer todos de lo mismo y eso…). Mejor
seguimos. Y Concha, ¿qué opinión tenéis acerca del periódico? ¿Creéis que infunde
amor y respeto por todos los miembros de nuestro hogar, o son cuatro papeluchos mal pintados para chismosos que marujean sobre cualquier cosa?

Concha y Trini: ¿Sinceramente? Ambas (dice Concha) opinamos que está muy bien, que es una idea que esperamos que haya tenido buena acogida por parte de los colegiales, ya que tiene artículos con diferentes temas. El chico este de gafas… ¿cómo se llama? […] (Silencio incómodo) ¡Dani, eso! Sí, ese muchacho tiene que tirar esto para delante. Cosas como estas hacen al colegio especial, por todo lo que lleva consigo. Sus chavales, su personal, etc. Gente tan buena, como lo era, si me lo permites mencionar, D. Ferrer, al que desde aquí recuerdo y califico como un hombre educado, amable y correcto donde los haya, hacen que este colegio mayor adquiera y conserve una parte tanto de nuevas como de generaciones pasadas.

Tom: Ya para finalizar, un triple cuestionario para despedirme de vuestra grata compañía. Alguna anécdota a recordar, un plato de su menú en el que te reencarnarías, y una opinión una última del Vives.

Concha: ¡Macho, que me habías dicho que esto era fácil! Me cuesta recordar, pero un momento gracioso me pasó con un chico americano, al que siempre le decía: -¿Qué, americanito...? ¿Carnecita o pescadito?
Él, con un sonrisa de borrego, decía que carnecita. Lo malo es que se fue creyendo que así se llamaban todas las clases de alimentos de la bandeja derecha en los segundos platos. Lo de reencarnarme, mejor lo dejamos, ya que creo que en ninguno. La paella, que es la que Trini dice… la descarto. Y una opinión final… pues, como ya he dicho, que me lo paso genial con los nuevos que cada año llegan, pero mejor con los mayores, con los que vas cogiendo confianza. Eso sí, de repetir, ni hablamos, que a algunos les sobra morro. Otra cosa, en época de exámenes, todas mutis, o aquí arde Troya.

Tomás: ¡La última, la última! ¿Tendré un trato privilegiado después de esto?


FIN DE LA RETRANSIMISIÓN.
Felices fiestas, de parte de Trini, Concha y un servidor. Suerte en vuestros exámenes. Nos vemos en la edición tras las vacaciones.





Tomás Córcoles

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